La viejita Belén

 


Es una costumbre -fue una costumbre- que apareció arropar al país dominicano entero con su encanto infantil. En Santiago de los Caballeros, por ejemplo, formó trilogía de ensueños infantiles en conjunción con "el niño Jesús" y "los tres Reyes Magos" de Oriente. Eran las oportunidades para que pusieran regalos -juguetes- a los niños. Y !Cuánto tardaba de nochebuena a nochebuena, de reyes a reyes!

Cuando, la conveniencia comercial, Santa Claus desplazó al niño Jesús en la postura de juguetes a "los niños buenos", hubo generaciones perplejas que confundieron a Papa Noel o "Santicló" con el Niño -Dios. Vino el árbol de Navidad y reemplazó "a los nacimientos" como imagen del pesebre. Y comenzó a desaparecer, hasta en el recuerdo, la Vieja belén. Hoy son pocos los que sepan quien "fue".

En realidad, nadie sabe el origen de la hermosa tradición. Se hablaba, atávicamente, de la Vieja belén. Pero cuando se preguntaba quien era, cómo era, de dónde venía: entonces los mayores se miraban perplejos, los unos a los otros y se rascaban la coronilla. Se notaba que "habían venido repitiendo" y sólo eso.

Qué la Vieja Belén nació, quizás, como respuesta del bolsillo pobre a los hijos de la gente pobre... cuando no había cuartos para celebrar Nochebuena y Reyes? solía decirse, cuando el niño jesús no ponía: '"!no te apures, m'hijo, que los Reyes te van a traer un cargamento de juguetes y dulces!".

Pero amaneció la noche del 5 de Enero, el niño, la niña, buscaban su manojo de yerba de guinea. Colocaban la hierba junto a un jarrón de agua debajo de la cama. Rezaban y a duras penas se dormían. Y al día siguiente !nada!

El padre y la madre, mirando hacia el suelo, explicaban: "parece que los Santos Reyes no pudieron venir... tampoco. De seguro tenían mucho trabajo. O.. ustedes. No se "portaron" lo suficientemente bien". "Pero, ya verán Uds. como la Viejita belén, se acuerda de Uds.!".

Unos dicen que -lo aseguran- que la vieja belén ponía el domingo siguiente al Día de Reyes. Pero, a veces, ese domingo "caía" demasiado cerca de la fecha en que Melchor, Gaspar y Baltazar llegaban con sus camellos cargados de juguetes y golosinas. Ah! entonces la Viejita belén caía... !el otro domingo "de atrás!".

La Vieja belén era el pretexto para el padre pobre darse tiempo para buscar algún dinero y regalar algo a su prole. Prole que en aquellos días, lejanos sólo unos cuantos decenios, era, generalmente, numerosísimas. Aún así, como espejismo en el desierto, la tradición mantuvo viva su llama de esperanzas infantiles durante mucho, muchisimo tiempo. desapareció junto con la sociedad romántica y tradicionista que la acunó y mantuvo. Hoy, durante los días incrédulos de la etapa consumista; Para qué hablar de Viejitas belén, de Niño jesús y de los tres Reyes Magos de Oriente?

Preparado por: Roman Franco Fondeur (1920-1989)
Miembro de la Real Academia Dominicana de la Historia
Director Archivo Histórico de Santiago (1958-1989)

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