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establecimiento de Almacén o de comercio; pero interiormente bien acondicionado, como elegante salón de Sociedad: pisos de finos tabloncillos, paredes empapeladas cielo raso ornamentado y mobiliario excelente. Era uno de los tres prestigiosos Clubes de Damas del país; los otros eran el de Puerto Plata y el de Azua. Estaba en la esquina de "Las Rosas" con "Los Portales".

Por la vieja casa desfilaba en la mañana de los domingos a la salida de la misa Mayor lo más vistoso de las modas francesas, en cuerpos gráciles y elegantes de esa pléyade de beldades, con enormes sombreros de plumas y manos enguantadas, que con mucha feminidad constituía la dorada juventud.

Recuerdo entre ellas a Teté Román, Modesta Morales, Mercedes Morales, Clementina Patxot, Chea Moreno, Yeya Benedicto, las Morel y Morel, las Morell Espaillat, Lila y Australia Hernández, Asunción Franco, las Sagredo, las Barranco, las Franco Bidó, Otilia y Carmencita, las Llenas, las Candelario, las Franco de don Pepe: las Vallejo; las Lora; las Malagón, las Valverde; las Pichardo y muchas otras que frecuentaban a la misa mayor. También se reunían a media mañana de domingo en amena charla y junto a ellas los jóvenes varones, y en especial, intelectuales, cultivadores de la prosa galante y del verso, cuyas producciones aparecían a la misma hora matinal, en las paginas de las Revistas locales como eran el "Iris" y "El Album", que redactaban y dirigían grupos intelectuales de la época y entre ellos Juan Cheri Victoria, (infra 6-a), Porfirio Herrera, una vez Fiscal de Santiago, Emilio Arturo Pérez, Jafet D. Hernández, Amado Franco Bidó y otros, cultivadores de la prosa y del verso.
Entre muchas que prestigiaban sus grandes fiestas, y que componían también el Club de Damas en aquella época, a veces pasan por mi mente en el tropel de los gratos recuerdos, entre otras, Matilde y Virginia Julia, María y Adelita Stéffani, Enriqueta, Mercedes y Matilde Espaillat Julia, Marina Moya V., Eulogia Pastoriza, Sofía y Ana Rita García Valverde, Carolina Valverde, Consuelo Feliú, Margot, Caridad y Ameba Vega LL., Mayun Llenas, Luisita, Emilia y Pepita Franco, Sofía y Caridad Malagón, Marosa Llenas, Ana Malagón, Elvira Fernández, Enriqueta, Aurora, y Luisita Sagredo, Dolorita García Valdez, María Candelario, Coralia y Amelita Morell, Petrica Aybar, Mercedes y María Morel, Felicia y Mercedes Pérez, Mercedes y Chichi Lora O., Lolita y María Vallejo, Chimba Beltran. Victoria André, las Franco y Franco, hijas de Augusto; las Pérez, de Victoriano y las Pérez de Guillermito, las Pichardo Valerio, las Batlle Espaillat (Rosa, Carmita y Anita); María Valverde, Mariua Moya.

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La alta sociedad era asaz numerosa elegante. Tenía en su seno algunas de las más bellas mujeres de la República y era toda de fino trato y maneras distinguidas, asistían las jóvenes a los festivales de los Clubes acompañadas de sus viejos troncos familiares, entre quienes sobresalían en dignidad y grandeza respetabilísimas matronas. En los bailes, antes de comenzar se distribuían programas impresos en finísimas tarjetas de hilo que incluían doce (12) piezas divididas en dos partes, cada una de seis (6). (Vals, que abría la fiesta; Danza, Danzón, Polka, Mazurka, Lanceros u otro baile de figura). Entre los más elegantes y distinguidos se hallaban la Cuadrilla y la Cuadrilla de Lanceros. Antes de comenzar el baile se comprometían las parejas mediante intercambio de sus tarjetas-programa en que anotaban las piezas por adelantado.
En el intermedio entre las dos partes del programa (media noche) el Salón de baile quedaba desierto; todas las damas y sus caballeros se reunían en el ambigú presididas las mesas por las matronas que acompañaban a sus hijas. En las grandes fiestas se servía una cena formal; pero en las corrientes se pedía al cantinero del Club o Centro de Recreo bocadillos de todas clases; y todo era acompañado de espumantes en elegantes y finas copas de cristal de Baccarat. A eso se añadía el ambiente de nobleza y distinción de cada encumbrante fiesta. El ron no era entonces aceptable en los salones de Sociedad.(supra No. 22). Se usaba corrientemente la cerveza y con mayor distinción toda clase de vinos espumantes, más frecuentemente el champagne. Se bebía para alegrar las fiestas y estas discurrían sin embriagarse. Para tragos cortos en la sala de naipes y en aperitivos en días de semana con más frecuencia se usaba del coñac y del brandy. No se consumía Whisky el cual comercialmente solo llegó avanzadas ya las primeras décadas del Siglo. Toda aquella Sociedad era numerosa y distinguida pero no estaba exenta de prejuicios. Sus miembros se divertían todos juntos y en un mismo ambiente de afabilidad y cortesía, ya en los salones o en el ambigú en el curso de las grandes fiestas y en toda reunión; pero en realidad, para formar parejas y para bailar, como en las sociedades europeas y norteamericanas las relaciones eran más bien entre grupos de jóvenes unidos por otros nexos como el parentesco, la afinidad, la antigüedad de relaciones

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entre sus ancestrales y viejos troncos. La sociedad santiguesa era toda una, muy cordial y muy unida en la vida civil; pero en la intimidad familiar guardaba ciertas normas y distinción. La familia era realmente la base de la Sociedad de entoncesSe formaba legítimamente, por el Matrimonio; y no se llegaba a éste improvisadamente, sino por grados y plazos separados: Noviazgo, Esponsales (o promesa mutua de palabra de casamiento) - sin las solemnidades de que se rodeaba ésta, por ejemplo, en la sociedad franco-macorisana, donde el acto era revestido de las formas jurídicas, o matrimonio civil a tal punto que, para romper el compromiso matrimonial de esponsales, era necesario el divorcio, como si los comprometidos hubiesen llevado vida conyugal. Los esponsales (simple compromiso en la sociedad santiaguesa) constituían un fasto, algo feliz y venturoso, pero de la mayor intimidad. El novio utilizaba a su propio Padre o persona la más respetable para acercarse mediante una visita anunciada y convenida, al hogar de los padres de la novia, para pedir la mano de ésta. Allí quedaban establecidas las condiciones y se fijaban las horas y días de visitas para el novio. Se cumplían sentados a la sala principal y en presencia de la Madre de la novia. No había besos ni manos agarradas. Era todo comedimiento, urbanidad y cortesía. Mientras transcurrían semanas y algunos meses se planeaba a la par el acto de la boda, el "trousseau" de la novia; el amueblamiento, para el cual el joven de mediana posición económica iba ordenando a la Ebanistería y almacenando muebles acabados; y en fin la Recepción. Matrimonio significaba siempre un nuevo hogar y hogar separado de aquel de los padres de los novios. No había concordato, pero el matrimonio era siempre y por costumbre civil y religioso.

Entre las más jóvenes figuras femeninas se hallaban entonces la mayor parte de las Abuelas de las Madres de hoy. - He decidido ya al entrar en prensa suprimir en estas páginas centenas de nombres que figuraban como importantísima parte de este libro, integrantes de una parte, señoras y señoritas representativas de la transición entre los dos siglos; y de la otra parte, jóvenes señoritas de menos, y de menor edad que por entonces fueron corriendo pareja con el presente -, entre todas quienes mencionaba esposas y

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descendientes de ilustres ciudadanos y elementos representativos del comercio, la industria, la intelectualidad, las artes y profesiones liberales, que constituían el ELENCO de la distinguida sociedad santiaguesa a principio de Siglo. La publicación de un trabajo tal, habría sido una obra delicada desde el punto de vista de la fragilidad de la memoria; y a pesar de que la extensísima lista me parecía bien completa, cada vez que recordaba nuevos nombres pensaba y temía por este hecho, que al final pudieran quedar algunos otros omitidos. Omisión que me hubiera sido mortificante, para mí mismo, y desagradable para los que de esta forma se hubiesen omitido.
- No se usaba la fiesta formal de presentación de la joven en Sociedad. La costumbre actual nos viene de fuera, estimulada por los viajes y contactos con otras Sociedades de Norte América especialmente- En Canadá, por ejemplo, hacia el 25 de Enero de cada año, a la ocasión de la Apertura del Parlamento en Ottawa, la Capital, concurre lo más notable de todas las Capitales Provinciales, ricos matrimonios con sus hijos en edad de la presentación en Sociedad. El maravilloso conjunto adquiere la importancia de un bello mosaico nacional de esbelteces que deslumbran por su porte, desde la Columbia Británica y Alberta, Saskatchewan y Manitoba, hasta Labrador, Nueva Escocia, New Brunswick, Quebec y Ontario. El gobierno Federal arrienda por varios días el más elegante Hotel de Ottawa para alojar al cuerpo Diplomático y Cónsules generales sin otra actividad y a aquellos matrimonios invitados a la apertura del Parlamento; y durante una semana por lo menos, se pasa entre Recepciones, bailes y cenas formales a las que asisten las jóvenes que han sido objeto de presentación en Sociedad. (infra 97).


48 bis. a) En el frente del local del Club de Damas, (esquina N.O.) y sobre toda la longitud de su acera que da a la actual Benito Monción, se construyó una vez una tarima para un solemne recibimiento del Presidente de la República, Gral. Ramón Cáceres y su comitiva oficial de visita a Santiago. Habían llegado a lomo de mulas por el camino de La Vega en una mañana plena de Sol. La ciudad le recibió con sus mejores galas y miles

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de almas se congregaron a la cabeza de la "Cuesta Blanca" en un panorama que permitía ver a distancia casi desde el puente de Nibaje la llegada de los viajeros. Se ensordecía el ámbito con las aclamaciones de la multitud.
En la cabeza de la cuesta todavía está la Fortaleza de "San Luis" de fecunda y movida historia en las gestas de la Nación. Desde allí se disparaban protocolares salvas de cañonazos; mientras lanzaban sus agudos y penetrantes pitidos y ponían humo blanco en las altas bocas de sus chimeneas, el aserradero y fábrica de hielo de don Enrique Espaillat, en mitad de la Cuesta Blanca sobre la margen derecha del río Yaque; la fábrica de cigarrillos "La Habanera" de Ricardo Solner hoy la Tabacalera; las Calderas de las Sombrerías de Manuel de Alles y de don Ml. Antuña, al tiempo que también repicaban las campanas de todas las iglesias.
Se congregaban en aquellas circunstancias caballerías en que iban centenares de ginetes con sombreros de Panamá, relucientes polainas, espuelas de plata, gruesas leontinas sobre destacados chalecos, que iban de los bolsillos de un lado hacia el otro donde se guardaba el reloj; y los caballos con frenos de plata y gruesos arneses, con sudadadores de colores de azul o rojo oscuro. Como estos sudadores venían de los Estados Unidos, llevaban las marcas en letras doradas en los ángulos de cada lado USA y por esto las gentes le llamaban "usa".

b) Con el tiempo, el Club de Damas abandonó este local y edificó el suyo propio frente a la Puerta Mayor de la Iglesia Parroquial; y estuvo allí como hasta 1951, cuando siendo el autor de este libro el Síndico Municipal de Santiago, y el Dr. Joaquín Balaguer Secretario de Estado de Educación y Bellas Artes, escogimos entre ambos éste y otros inmuebles aledaños de la manzana para la edificación del actual colegio o liceo "Benigno Filomeno de Rojas" así como los lugares donde se edificaron otros liceos, como el "Peña y Reynoso" de la Avenida Central a la entrada de Pueblo Nuevo, y otros, que se construyeron por iniciativa del Dr. Balaguer durante su ejercicio como secretario de Estado de Educación Pública y Bellas Artes y cuando también hacía construir en la Capital el actual palacio de las Bellas Artes de estilo Clásico (supra 6 -
bis)
c) Prosiguiendo, seguianle en la misma manzana, por la calle "Benito Monción" una pequeña casa en amplio solar del que se fabricó una parte, de dos plantas donde estuvo una repostería y residencia de los Pichardo, (Antonio) y una casita baja de la Viuda Pichardo; el Centro de Recreo, en la

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elegante casa de galería de una planta que fue sustituida después por el edificio que actualmente ocupa. El Centro de Recreo, que al igual que el Club Santiago celebraba animadas y encumbrantes fiestas, como los "Aguinaldos" en la temporada de Navidad, baile de trajes, de etiqueta y de mamarrachos en temporadas de carnaval y dos grandes Bailes de Orden limados así los estatutarios- el 5 de Agosto, aniversario y el 31 de Diciembre cada año. Los Aguinaldos eran organizados cuatro o seis semanas antes de Navidad. El primer Sábado, por unas cuantas parejas de damas y caballeros designados por la Directiva para que lo realizaran a sus propias expensas y que debía dejar la lista de la subsiguiente selección de las parejas que harían lo mismo el Sábado subsiguiente, y así sucesivamente. Estas parejas entraban en rivalidad y procuraban sobrepasar en esplendor y derroche cada fiesta anterior. El traje de las grandes fiestas era unas veces frac otras smoking para caballeros y largo para damas, que antes solo algunas escotaban, y lo hacían discretamente, aunque con el tiempo los escotes de la elegante vida de los salones a la manera francesa de espaldas desnudas, estuvieron bien a tono con las altas modas de traje largo y hasta de breve cola. Esa Sociedad de entonces era sensible a la alegría y al dolor de todos y se solidarizaba de tal forma que cuando moría o había enfermo grave en alguna familia se suspendían las fiestas y se proclamaba duelo de tres días. El Centro de Recreo durante el presente Siglo tuvo a nuestro juicio su más brillante esplendor hacia 1922 bajo la Presidencia del fino bardo Francisco Pereyra hijo, Directiva en la cual desempeñábamos una de las dos Secretarias y que además de su patrón de fiestas organizó algunas otras de carácter intelectual. Una de las más brillantes fue la Conferencia que en sus salones nos dictó el Dr. Manuel Arturo Machado el ático de las letras dominicanas y notable jurista poco después fallecido en su residencia de la Capital, así como las reuniones dominicales y conciertos del Centro Lírico Rafael 1 Arte a algunos de los cuales viajaba desde la Capital el Presidente de la República don Juan Bta. Viccini Burgos acompañado de sus edecanes militares Teniente Frank Félix Miranda y Félix Herida y otros. Eran los días en que recién se conocieron los elementos de la Capital y de Santiago antes milenariamente separados en geografía y trato social por la falta de comunicaciones expeditas hasta que se inauguró el 6 de Mayo de en año, la Carretera Duarte. Pero lo que tuvo entonces mayor esplendor y novedad fue el Sultanato del Carnaval de ese año que rompió la moda de la ficción monárquica parlamentaria de los países de Europa y cambió hacia el estilo de las grandes fiestas Orientales engalanadas con los mudéjares de formas y técnicas arábigas del Siglo en su armónica fusión del gótico y morisco. Era la Sultana la Señorita Ana Julia Bonnelly, desposada más tarde con el Lic. Jafet D. Hernández  (infra 139-f)


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d) El Palacio Consistorial una de las obras más importantes del Ornato de la ciudad, dejadas por el régimen del Presidente Heureaux. En su planta baja se efectuaron los sufragios de las primeras Elecciones Libres en el presente Siglo, pocos años después de la caída de dicho régimen.

Las Elecciones eran del todo diferentes a como son ahora. De ordinario, las Asambleas Primarias (pueblo) se reunían de pleno derecho el día primero de Noviembre del año anterior al de la expiración de los períodos constitucionales, que entonces eran de sólo dos anos para los Ayuntamientos. Los elegían por votación directa (elección de primer grado) al igual que a cierto número determinado por la Ley, de Miembros del Colegio Electoral cuyo ejercicio era por cuatro años; y tenían como atribuciones elegir al Presidente y Vice Presidente de la República (elección indirecta o de segundo grado) y a los Miembros del Congreso Nacional así como formar la Lista de los individuos de cada Provincia altamente calificados para ser Jueces de las Cortes y Tribunales, cuyos ejercicios eran todos por cuatro años. (infra 94).
En el sistema de votación de las Asambleas Primarias existía una sola Mesa Electoral para toda la Común (ahora municipio). Se instalaba en la planta baja del Palacio Consistorial. Las elecciones duraban tres días, de seis a seis cada día y los Partidos (solo dos, Jimenistas (bolos) y Horacistas (Rabudos) traían a sus correligionarios sufragantes de todos los campos y pueblos de la común a lomo de bestias y aun a pie tras largas jornadas. Los acampaban a las entradas de la ciudad (Gurabito, Flamboyanes, Los Chachases, Nibaje y actual Parque Valerio) donde funcionaban las Cocinas que sustentaban la alimentación y desde esos puntos llevaban a sus hombres por grupos en formaciones de largas colas o de guerrilla, precedidas de música popular y alborotosa, de vivas! jactanciosas a sus líderes hasta las puertas del Palacio donde se hallaba la Mesa Electoral. Sucedía varias veces cada día, que algunos de estos grupos "ocupaba la puerta" dificultando por apeñucamiento la entrada de grupos contrarios que cuando agotaban la paciencia irrumpían a puñetazos y pedreas, para "quitar la puerta". En aquellas primeras elecciones libres del Siglo XX contendieron los
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candidatos a la Sindicatura Municipal don Ramón Antonio Polanco y don Cristóbal Perelló dos excelentes munícipes santiagueses.
De ordinario, había permanentemente en la planta baja del Palacio un MUSEO ARQUEOLOGICO, con más de una centena de piezas de arte tamo organizado por colecciones en una gran vitrina central de exposición; debida al plausible esfuerzo e iniciativa de don Amado Franco Bidó, quien obtuvo más tarde la cooperación del Medico- Arqueólogo don Narciso Alberty, llegado con su familia a Santiago como Medico - Sanitario. Las subsiguientes administraciones municipales no tuvieron el coraje cívico necesario para resistir después de los respectivos fallecimientos de estos dos grandes munícipes al traslado de su pequeño museo a formar parte de segundón del Museo Nacional en la Capital. En la planta alta del Palacio se reunían los ediles en Sesión y el Salón principal se usaba el 27 de Febrero y el 16 de Agosto de cada año para la Reunión de dos grandes celebraciones: la Independencia y la Restauración Nacional.
Después de un Te Deum en la Iglesia Mayor, lo más representativo concurría al Ayuntamiento donde se servía un champagne o a veces cerveza y se pronunciaban muchos discursos relativos a dichas efemérides. Las palabras de los más doctos educaba y glorificaba las jornadas y a sus propios héroes independentistas y Restauradores; y eran muchas veces admonitorias para los caudillos y hombres de las revoluciones armadas.
Había en el alma de Santiago a comienzos de este Siglo, un callado, oculto y discreto sentimiento de mucha pena, cuando en esas reuniones y en las aulas escolares se bosquejaba en ocasión de nuestras efemérides nacionales, la vida del insigne patricio don Juan Pablo Duarte, que fue todo sacrificio, inclusive de sus bienes propios y de familia, para forjar y realizar la idea Separatista y no mereció que tras el primer grito y declaración de la Independencia el 27 de Febrero de 1844, le tocara dirigir su obra desde el Solio Presidencial de la República.
Pero satisfacía a todos el hecho de que la comunidad santiaguesa y solo ella, en un grito de Justicia, le proclamara después, a su oportunidad, como candidato a la Presidencia; y
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no obstante, le invadía de nuevo la amargura, por el triste fin de la suerte del Patricio, preso en Puerto Plata y expatriado, en precio de su abnegación y sacrificio y a causa de la justiciera propuesta de Santiago.
Primaba el concepto general de que, si bien la idea de la Independencia era ya vieja aunque con débiles raíces en el alma nacional a través de muchos, que aun permanecen anónimos, o no identificados por lo historiadores; que elevaron infructuosamente sus voces, pidiendo al Caudillo de 1809 don Juan Sánchez Ramírez que su movimiento calara más hondo y se realizara en favor de la creación de un Estado independiente y soberano en vez de una sumisión a España; o a través de un Padre Gaspar Hernández, o de un José Núñez de Cáceres; y anidaba en muchas almas durante sucesivos períodos antes que Duarte; solo fue su singular tesón que la puso en camino de una realización, que desgraciadamente no tuvo permanencia.
Santiago le ofreció todo cuanto pudo y tal vez más de lo que podía. Le dió su sangre, le dió sus hombres, le dió sus vidas; y con la Batalla del 30 de Marzo de 1844, contribuyó grandemente a sellar la Independencia Nacional.
Monseñor de Meriño podría haber repetido respecto a la Anexión a España que realizó después el General Pedro Santana, aquellas palabras con que en la apoteosis a Duarte, se refirió a las 'invasoras huestes venidas de Occidente... que hollaron la tierra de nuestros progenitores sometiéndola a su dominio y señorío". Porque ambos sombríos períodos de nuestra historia, ahogaron nuestras libertades. La Independencia hizo una República que pereció después. Pero sobre sus escombros o cenizas, fue restablecida por los hombres de la Restauración. Las reuniones en el Ayuntamiento el 27 de Febrero y el 16 de Agosto eran a manera de dos ejercicios cívicos cada año, en que se imbuían esas ideas en el pueblo, que las seguía de cerca. De esa manera había un alto grado de civismo aun en las masas populares, que se traducía mayormente en espontánea devoción y respeto a la Bandera, el Himno y a la Patria. "Ese Himno es la Patria que Canta" dijo una vez don Agustín Acevedo, entonces Diputado al Congreso Nacional. Y lo era
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efectivamente, porque no había quien no se descubriera y permaneciera reverente ante el Himno y La Bandera.  La costumbre se menguó después. Ya hacia 1930 y pico, el Presidente de la República que en sus primeros años de ejercicio venía algunas veces por las noches a la esquina del LISTIN DIARIO a pie, desde la Fortaleza Ozama en la Capital, para suministrarme datos en los cuales tenía interés que se publicaran, me insinuó la publicación de un suelto editorial que yo redacté usando de sus propias indignadas y enérgicas palabras con las cuales al siguiente día él echó la Policía Militar a la calle para recabar una mejor actitud del pueblo frente al Himno y la Bandera; y desde entonces se restableció la pública devoción y respeto por ellos. Lamentablemente esta vez por compulsión, en la misma forma en que los dominicanos que actualmente visitan, digamos por ejemplo, a la ciudad de Leningrado, observan la devoción del pueblo al cuerpo inerte de Lenín, como sentimiento espontáneo y natural; no impuesto; pero sí creado por las directivas de la autoridad superior.
e) Seguían en la Manzana del Ayuntamiento, por "Las Rosas", los Grial Masacró, (José) cuyas hijas María y Mérida y sobrina Blanquilla Masacró entonces estudiantes, la primera luego compañera en el Bachillerato, llegarían a situarse años más tarde en un primer plano entre las educadoras, ya como Maestras o como Dirigentes de algunos de los principales planteles de enseñanza; los Andre Méndez, (Josefa Vda., los Rodríguez Franco (Don Zoilo); los Rodríguez Volta, Lic. Fco. Juez de la Corte de Apelación; y los Martín, Lic. Edmundo, Juez de la misma Corte; Los Valverde Leyba, (Mónica Vda.) y solares hasta completar la manzana por "San Juan" y "Sol"; por esta calle "Sol" de Oeste hacia al Este, los Muñoz Morel, (Rafael, Hacendado); los Tuero, (Lolita Vda.); la Comisaría de Policía Municipal, en una dependencia del Palacio Consistorial, planta baja; y  f) Este Palacio en cuyo patio interior estaba la Academia de Música bajo la dirección de don Ramón Emilio Peralta y don José Ovidio García. En esa Academia se formaron gran parte, tal vez la mayor parte de los maestros que ya para la década del 10 al 20 integraban la Banda Municipal de Música,

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tal vez la más completa que haya existido en la República y probablemente en las Antillas.
La Academia formó a nuestros mejores instrumentistas de los metales y de las cañas; y fuera de ella sus directores y Maestros a los mejores instrumentistas y virtuosos de las cuerdas que tanto han honrado el panorama artístico musical de la República. junto a aquellos que se formaron también en Puerto Plata con Maestros como Puyams y otros; en la capital, con Ravelo y con muchos otros en el interior de la
República.
La Banda de música poseía un voluminoso archivo de obras de todos, o casi todos los grandes Maestros; ensayaba tres veces a la semana y sus retretas o conciertos con programación que se publicaba cada vez por adelantado, contribuyeron eficazmente a difundir la cultura musical. Por los laterales del Parque se paseaba la ciudad cada noche de Retreta, pero por los paseos interiores y por el rededor de la Glorieta donde tocaba la Banda se sentaban en gran número los dilectantes de la buena música. De pequeños, los Santiagueses conocían allí la mayor parte de los instrumentos por sus nombres y sus sonidos aprendiendo a identificarlos con sólo oírlos sonar. Se familiarizó a la gente del pueblo en el conocimiento de los grandes maestros, de sus obras y de las formas musicales. Pronto en la ciudad se formaron, creado ya el ambiente, asociaciones como "El Centro Lírico Rafael L. Arte" "La Estudiantina Cheminade" y otras que pertenecieron a la década posterior.

49.- De lo más conocido en las subsiguientes Manzanas al Oeste de la calle "San Juan", en este grupo de manzanas del cuarto cuartel, comprendidas entre "Las Rosas" y la calle "Sol", recordamos:
a) La Escuela de Primeras Letras y primaria elemental de Floridá Vda. Soriano, uno de cuyos hijos fue el poeta, escritor, orador y periodista, M. Germán Soriano; Cirilo Tavares, que poseía en su patio delantero de la vivienda una pequeña huerta productora entre otras cosas de algunos de los más ricos limoncillos de la ciudad; y b) Más abajo, la pequeña Iglesia de San Antonio: Una construcción de madera, con pequeño campanario, orientada entonces de manera diferente, en dirección de Este
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a Oeste, al igual que las demás iglesias que existían en la ciudad. El altar mayor en la mayoría de los templos católicos en la República Dominicana incluidas la Catedral de Santo Domingo y demás Iglesias de la era colonial, está situado siempre hacia el Este, como lo estaba el de la antigua Iglesita de San Antonio.
Y no solo entre nosotros, también en todos los países católicos del mundo parece una regla, observada igualmente por templos no católicos (San Juan el Divino, en Amsterdam y 112 St N.Y. para no citar más que uno); y en los templos Masónicos, el Mallete esta siempre situado al Oriento al igual que en todas las organizaciones de algún carácter esotérico. Todo viene respecto a estos últimos de manera cierta, del conocimiento de los Misterios Antiguos, que cuando no están en la base, han influido por lo monos, en el nacimiento de todas las religiones, cuyos fundadores han sido considerados siempre como verdaderos "iniciados". Pero, en lo que respecta a la Iglesia Católica, solo se trata de una significación simbólica a saber: que el Evangelio fue primeramente predicado en el Oriente y que de allí se extendió al occidente.


c) También se hallaban en este vecindario, hacia las calles transversales y de "Las Rosas" las familias Caimares, (Toño, Jefe de la Tabaquería de la Matilde) (taller de cigarrería); el colegio "San Antonio" bajo la dirección de don Neno Zaleta Reyna; Los Tavarez, (Froilán, uno de cuyos hijos fue el licenciado FROILAN TAVAREZ hijo, ilustre jurisconsulto, autor de la interesante obra DERECHO PROCESAL CIVIL
DOMINICANO, Catedrático que fue de la Facultad de Derecho de la Universidad de Santo Domingo y Juez de la Suprema Corte de Justicia, hace algunos años fallecido. Hizo sus estudios primarios y superiores en Santiago graduándose de Maestro en la Escuela Normal donde ingresó a temprana edad; se graduó de Licenciado en Derecho en la Universidad de Santo Domingo y residió desde entonces en San Pedro de Macorís donde casó con una distinguida dama de la familia Vidal Velázquez de aquella sociedad y procreó varios hijos entre quienes destacan dos jóvenes y distinguidos Abogados, Froilan y Margarita, actualmente catedráticos de la Universidad "Pedro Henríquez Ureña". También obtuvo el Doctorado en Derecho presentando la tesis LOS RECURSOS DE FUERZA EN EL DERECHO PROCESAL DOMINICANO y publicó dos ediciones del Código de Procedimiento Civil y Legislación

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Complementaria, así como numerosos trabajos entre los cuales pueden citarse ESQUEMA HISTORICO DEL RECURSO DE CASACION EN LA REPUBLICA DOMINICANA; ENSEÑANZA DE LA HISTORIA DEL DERECHO EN LA UNIVERSIDAD DE SANTO DOMINGO; JURISPRUDENCIA SOBRE LA NULIDAD DE LA FORMA DEL ACTO AUTENTICO Y PARTICULARMENTE DEL ACTO NOTARIAL, SOBRE LA LEY DE REGISTRO DE TIERRAS y otros. Fue además, Presidente del Tribunal de Tierras; Abogado del Estado ante el mismo Tribunal; nació en Mao, Santiago, el 21 de Diciembre de 1892 y falleció en Santo Domingo el 21 de Abril de 1955. Se graduó de Abogado el 21 de Octubre de 1916.
50. - La última edificación en el extremo Oeste de este Cuarto Cuartel que acabamos de describir era el Matadero Municipal, una construcción amplia de madera, techada de zinc y siempre limpia pintada de rojo, con cochera y establo.
La matanza comenzaba poco después del mediodía fiscalizada por un Veterinario, Inspectores del departamento de Sanidad del Ayuntamiento y la Policía; y el traslado de carnes, becerros jóvenes todos los días, comenzaba hacia las tres de la tarde, en un carro cerrado, tirado por unas mulas americanas. Hacia la izquierda del Matadero, en camino hacia el río, estaban las cercas de don Joaquín Minaya y su vivienda en el centro de la misma. Para esa época solo se sacrificaban vacas jóvenes, terneros y terneras de gran abundancia en los hatos de la línea Noroeste; cuyas carnes, magras, de lomo, llevaban pocas o imperceptibles diferencias con las de las piernas, pecho,caderas, y otras partes del animal; en cuanto a suaves, blandas, de fácil cocimiento para asados, adobados, estofados y guisos en general.
Tanta abundancia, empero a la larga debía resultar contraproducente para la Nación, ya que su causa principal estribaba en la facilidad que ofrecía la crianza libre establecida desde la época de la conquista y colonización; pero contrario a la prosperidad de la agropecuaria Nacional.



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CAPITULO IV


LOS CUARTELES PRIMERO, SEGUNDO Y TERCERO

51.- En lo que respecta a estos tres primeros de los Cuarteles en que se dividía la ciudad, por razones obvias, por cuanto no vivía yo por allí, he solo de recordar algunas de las más antiguas familias avecindadas en prominentes sectores y cuyo recuerdo me viene por asociación de ideas, hechos, actividades de la vida escolar y otras circunstancias; o que resultan de simples relaciones de amistad o de armónica
convivencia de toda aquella reducida comunidad en la época que se describe.


SECCION 1.- PRIMER CUARTEL. Su Centro Geográfico y alrededores, (Restauración, Independencia, Beller, San Luis, Sol por la Acera Norte y otras, 51.

SECCION II.- SEGUNDO CUARTEL Todo el Sudoeste entre Sol y San Luis. Consideraciones generales, 52. El asiento tradicional de la justicia, 53. - Las otras Manzanas, 54.-Por el Sol, entre La Unión y San Luis, 55, 56. Por el Callejón Ex Convento, 57. - Por Las Rosas, 58. - Los Pepinos, 59.
SECCION III: TERCER CUARTEL. Sector Noroeste entre San Luis y acera Norte de la calle Sol, 60. - Todas las manzanas del lado Norte de la calle Sol, Meditaciones y
Recuerdos, 61. - Segunda Manzana, 62-Tercera manzana, 63. -Cuarta manzana, 64. -Quinta manzana, 65. El comienzo de LA JOYA, 66. También desde el Sol por San
Luis hacia el Noroeste, 67.-Por Cuesta Blanca, 68.-Por Comercio, 69. y siguientes. -Por el callejón Santiago, 71. Por 30 de Marzo, 71. -Por Jacuba, 73. -Por los Portales, 74.

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También en este Tercer Cuartel, por Libertad, 75. -Por Beller, 76. Por Restauración, 77.-Por Independencia, 78. -Por Santa Ana, 79, 79 bis, 79-3, 79-4.

SECCION I

PRIMER CUARTEL

51 bis.- El Primer Cuartel limitado por la acera Norte de la calle "SOL" y la acera Este de "San Luis", (supra 12. a, b, c, y No. 17) tenía como centro geográfico a la Respetable Logia Nuevo Mundo No. 5, edificada en una elevada prominencia entre las antiguas colinas de la parte alta de la ciudad. (Su estructura está aun en pie).


La Logia Nuevo Mundo No. 5 contaba entonces en su seno a todos los viejos y respetables troncos de encanecidas testas y de las más antiguas familias de la ciudad. Expedía grandes diplomas en cuyas orlas estaban litografiados artísticamente sus mayores símbolos y eran escritos en letras góticas por pendolistas de profesión (Bruno García, los Escoboza, etc.); se reunía la Logia con rigurosos formulismos que incluían el traje todo negro, con sombrero de copa negro, corbata negra, cuello alto y duros puños que sobresalían por los bordes de las mangas. Anualmente celebraba para la Fiesta de San Juan la Tenida de Consagración de Lewtones cuya ceremonia nuestra, apadrinó don Agustín Bonilla, hacia 1905. En la gran Tenida a las cuatro de la tarde, plena la Logia con sus más grandes decoraciones y atavios estaban las principales familias de la ciudad .
Cuando grandes, no recordamos que las Logias Masónicas hayan celebrado tenidas de lewtones, a lo menos con el esplendor y repercusión de aquellas. Las ceremonias públicas de enterramientos y funerales a la memoria de los masones muertos, eran también imponentes y solemnes. La Logia llevaba a la morada del difunto sus grandes símbolos y decoraciones durante la velación 24 horas de los cadáveres. Y en el Cementerio tras la ceremonia católica, comenzaba la liturgia de la masonería simbólica. Entre ambas ceremonias, un sepelio duraba toda una mañana hasta el medio día La Logia donaba casas a los hijos Lewtones o Lowetones de viudas de Masones de escasos recursos.
Residían en el vecindario de la Logia:
a) Por "Restauración", los Abre Penso, (Elena Vda.); colegio de doña Elena; los Pérez Villanueva, (Francisco); los Lora González, (Chanito, contable de comercio); los Kinipping Mañana, (Federico, comerciante); los Alvarez Andrade, (Ramón Eugenio, comerciante); el Profesor Normal Armando Alvarez Andrade, mente erudita y

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enciclopédica; los Pérez (Gral. Fco.) los Deschamps, (Patricio); Los Rivas Jerez (Cándido); los Michel: (Juana); los Manzueta, (Silvio); los Rodríguez Largier, los Archambault, (Jesús María, dueño de Talabartería; los Hued, (Abraham); los Tallaj, (Sta. Marta y su hermano Abraham); Participó éste en varias de nuestras guerras civiles. Se le recuerda en La Sabana de Río Verde, jurisdicción de la Vega, como "Abrahamcito' y también "El Turquito", al mando de su tropa bien disciplinada'. Interceptaba las comunicaciones de los contrarios solo en lo que a las operaciones militares se refería; protegía a las recuas y recueros con la carga de mercancías y a los viajantes y cobradores del comercio que portaban valores importantes; y como la mayor parte de los revolucionarios de la época, expedía recibos bien documentados cuando solicitaba y recibía ganado para la manutención de la tropa. Gran parte de las deudas de esas revoluciones vinieron a ser pagadas o reconocida por el gobierno militar después de 1916. Las tropas de Abraham en sus posiciones estratégicas combatían con frecuencia en las inmediaciones de la Vega.

b) Por la "Independencia" estaban los Castro, (Lucas de)comerciante; los Castro, (Caquina Vda.); los Schiffino Castro, (Angel); los González, (Felix); los Pereyra, (Francisco); Eduardo León Jiménez y su fábrica de Tabacos "La Aurora";los Luna Pereira (Ml. Ramón); y Almacén y Tienda de comercio de Juan Francisco Núñez, casa de Mampostería de la esquina Suroeste de la calle Independencia, con la Unión, extremo Nordeste de la ciudad; era un negocio próspero, de Tienda y Almacén, a cuyas puertas tocó dos veces el infortunio, una vez en el curso de una medianoche, por uno de los grandes incendios de la poca; según se decía, se había imprevisiblemente desparramado por el suelo el contenido de una barrica de aguardiente; y al llegar al establecimiento después de la medianoche uno que parece dormía en el mismo, encendió un fósforo y se produjo la inflamación. c) Por Beller, Epifania Ureña; los Morel Ureña; los Julia Espaillat, (Juan); los Honoret, (José Ulises); doña Laura; los Sariol; los Cruz, (Pedro Ma.); los Vidal Torres, (Rafael, y haciendo esquina con "San Luis", unas ruinas de altas paredes de ladrillos, en cuyo solar se celebraban Corridas de Toros y una tarde de Domingo, se interrumpió el espectáculo cuando se soltó uno de los bravos animales y corrió cuesta arriba por el cerro de "Chiri"; doña Lipe, madre del Poeta Pedro Ma. Germán, a cuya formación intelectual contribuyó

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Mr. W. Palmer. Le hizo Profesor de Inglés, d) Por "San Luis" estaban Epifania Vda. Rodríguez y hermanas; las Morel hijas de Jerónimo; las Acosta; una Lavandería China; los Jiménez, (Justiniano por muchos años cantor y jefe del coro de la Iglesia N. Sra. de la Altagracia, con su hijo Nicanor jefe de Talleres de la Editora de "El Diario"; J. Sabatino, de nacionalidad italiana; José Monserrate Camacho, Matemático, profesor de la Escuela de Bachilleres, autor del texto de Aritmética Razonada y Director propietario del Diario "La Razón" que editaba Ulises Franco Bidó, etc. Don Justiniano Jiménez, era miembro de la familia Jiménez de Puerto Plata; dos de sus hijos Porfirio y Manuel habían de ser de los mejores ebanistas de Santiago; Manuel fue Profesor del Taller de Carpintería de Nuestra primera Escuela Correccional que fundamos en 1918 ideada y sostenida por el Gobierno Militar (U.S.A.) y Onésimo, el mayor de sus hijos, fue padre espiritual de las generaciones de mediados de siglo, y con su nombre se honra uno de los principales Liceos de la Ciudad, actualmente. Fue uno de nuestros primeros Maestros Normales. e) Por la calle "Sol" y en la esquina con "San Luis" ocupada hoy por el Palacio de Correos, estaba la Sociedad "Amantes de la Luz" en casa propia. Una construcción de maderas, de una sola planta, techada de zinc, con dos Salones, uno sobre la "San Luis" donde estaba la Biblioteca Pública y el otro sobre la calle "Sol" dedicado a la celebración de sus reuniones y actos públicos.


Además de su brillante historia y actividad creciente desde su fundación a nuestros días, aunque con períodos a veces aletargados, ya para la primera década de este siglo poseía en propiedad ese local, aunque tenía el mismo muy deteriorados y carcomidos los pisos así como el maderamen de los platones y de los setos, que lucían empapelados. Su Biblioteca, modernamente tal vez se halle envejecida; pero por aquellos años era rica en su contenido de obras científicas y en historia, filosofía y letras, así como en periódicos y revistas nacionales y extranjeras. Sus estantes para libros completamente llenos, ocupaban los tres laterales del salón Norte a Sur sobre la calle "San Luis".
La Sociedad pudo a ritmo con el progreso bibliográfico en el devenir de los tiempos, estar más o menos al día en la posesión de modernas

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obras en su Biblioteca, a no ser por la imperiosa necesidad de construir su nuevo local.
Ya para el año 1924, siendo yo el Presidente de la Sociedad "Amantes de la Luz" e integrada además la Directiva por don Salvador Cucurullo, don Pedro Ma. Archambault, el canónigo ML de Js. González y el licenciado don Julio de Peña como Tesorero, la Sociedad a fuerza de economías había adquirido otro solar ubicado en la calle "Mella" esquina Sureste con el callejón Ex Convento; y tenía invertido en hipotecas algunos miles de dólares, cuyos intereses se destinaban a engrosar las finanzas para la construcción de su nuevo local en el solar indicado, una vez que se procediera a la venta de la que ocupaba en la calle "Sol" con "San Luis".
Pero posteriormente, otras directivas resolvieron la adquisición del local que actualmente ocupa, convertida en Ateneo "Amantes de la Luz".


f) Por la misma calle "Sol" acera Norte, desde la Sociedad "Amantes de la Luz" hacia el Este, seguían una pequeña casa de galería que fue residencia de las hermanas Piola Valverde (Italia y Lolita), ambos solares ocupados hoy por el Palacio del Correo; dos otras casas de galería de mayor altura en una de las cuales residían los Batlle Viñas, (Manuel), lugar donde está hoy el Chase Manhattan Bank; y en la otra, los Battle Espaillat (Lola Vda.); y, por último, en la esquina con el "Vidrio", el "Bazar Parisién" de Augusto Espaillat Sucesores.

g) Al comenzar la subsiguiente manzana, hacia arriba, en una casa contigua a la esquina Nordeste ("Vidrio" con el "Sol"), decían en los círculos de intelectuales de entonces, que había residido hasta su muerte, el Gran Repúblico don Ulises Francisco Espaillat. Pero según algunos, su fallecimiento probablemente ocurrió' en otra casa baja de mampostería, que existió en el mismo vecindario, en la acera Sur de la calle "Sol" entre "San Luis" y el "Vidrio", residencia que fue de su viuda Doña Eloisa y sus sobrinas, la familia Stéffani Espaillat.
Se trataba de establecer el dato histórico, ignorado todavía, ya que las casas donde nacieron, vivieron y murieron los grandes hombres, son recordadas. Y aún consagradas como reliquias del pasado, en todos los pueblos de la tierra de don Ulises no tenemos más que la más modesta de todas las tumbas de nuestro Cementerio.Nativo de Santiago (1823-1878) su póstumo reconocimiento como Gran Repúblico, se afirma en la ejemplaridad de su vida útil y fecunda para la Patria En su efímera existencia (55 años) capitalizó las mayores virtudes cívicas que en diferentes grados y elevados méritos caracterizaron a los más prominentes hombres que ha tenido la República
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El principal testimonio dejado a la posteridad lo constituyen sus Escritos en buena hora recogidos por la Sociedad "Amantes de la Luz" y publicados en un volumen agotado ya, pero cuyo contenido repercute como la imperecedera palabra de un cánon bíblico de conducta cívica recomendable a las generaciones presentes y futuras.
Su vida tuvo múltiples facetas, que incluyen su destacada actuación en la vida política, ya como ciudadano o ya como funcionario; con la posesión de la autoridad pública o sin ella; desde las más discretas o las más altas posiciones, pasando por la Presidencia de la República (1876-1877). "Sean las autoridades severas, pero solamente en el cumplimiento de la ley, que es la pauta única que me servirá para castigarlas cuando cometan abusos de cualquier genero" fue una de sus admoniciones como gobernante de la Nación. ("dio", Revista Cuatrimestre A' D. de la H. No. V.A.D.)" (Supra 43)


h) Seguían en la misma calle "Sol" y vecindarios de La Altagracia, los López Bonilla, (José Manuel); los Espaillat Julia, (Eliseo); los Alba Luna, (Juan María); los Morel Morell, (Luis); los Echavarría Lázala, (Pepe, flautista y Ramón, organista); una fábrica de fuegos artificiales; los Núñez, (Pascual); los Cordero Infante, (Emilio); los Cordero Infante, (Toño); los Cordero, (Juan Luis); los Fuerte, (Francisco); los Sosa Bornia (Elena Vda.); los Soriano, en la calle "Las Piedras"; los Rochet, (Maurán); los Sahdalá, (Abraham, en el confín oriental de la calle "Sol"); los Cordero, (Angel María, que fue uno de los primeros normalistas y luego doctor en Medicina); los Jiménez, (Francisco y Quintina, cuyo sobrino e hijo de crianza R. Emilio Jiménez, llegaría a ser poeta varias veces laureado; periodista, escritor y hombre público; miembro de las academias de la Lengua y de la Historia; secretario de Estado de Educación y Bellas Artes y, entre sus principales obras, autor del texto de cantos escolares "La Patria en la Canción"; el Presbítero Armando Lamarche, durante fue Párroco de La Altagracia, así como los que le siguieron, y entre otros, los Presbíteros Joaquín Rodríguez (Mocano) y Manuel de Jesús González. El Padre González vino a Santiago procedente de Guayubín, donde se desempeñaba como Párroco. Llegó con el espíritu muy abatido, penosamente amargado, traicionado en su buena fe al ser engañado de modo repugnante por un turbio juego político de Las autoridades y el Partidismo. Reclamaron su intervención como Pastor de Almas y con el pretexto de

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